Comentario Zeta Por Carlos Z. Cadena (11 NOVIEMBRE)

Las motocicletas de Chiapas, sirven para matar, robar, alterar y  transportar extranjeros. 

Constantemente se denuncia, pero nunca se actúa, pero lo cierto es que los llamados “caballos de acero”, las motocicletas de Chiapas sirven para asesinar, asaltar, robar, alterar y desordenar   una ciudad, como los motonetos en San Cristóbal de las Casas, y ahora como transporte de extranjeros en la Costa tipificándose el delito como transporte ilegal de migrantes, o ya conocidos como “Los polleros motociclistas de la Costa de Chiapas”.  

Nadie puede negar en Chiapas, que las motocicletas han servido más para cometer todo tipo de crímenes, sobre todo en ciudades grandes como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, San Cristóbal y Comitán, han ido a asesinar y los criminales huyen en motocicletas, se comete un robo y los delincuentes huyen en sus motocicletas, el fenómeno de la ciudad turística por excelencia como la gélida San Cristóbal de las Casas,  la figura de la motocicleta se ha trasformado en un cartel de delincuentes conocidos como “Los Motonetos”, que han desestabilizado  y creado pánico a toda una ciudad grande de Chiapas, más allá de cometer  pillerías también se han enfrentado con sus motos a la policía estatal y municipal.   

En los últimos tres meses, en los municipios de la Costa de Chiapas, se viene dando un fenómeno de las motocicletas  que resulta increíble, que  las  están agarrando para el transporte de extranjeros,  cobrándoles determinada cantidad de dinero, y solamente pueden transportar a un migrante, pero lo que llama la atención es que no hay una ranchería o  comunidad en los municipios de la Costa, donde no haya grupos grandes de motociclistas, por eso ahora se encuentran cientos de ellos llevando carga humana sobre la carretera Costera chiapaneca  para dejarlos a determinado kilometraje,  y después vienen  otros motociclistas y los esperan de otras rancherías, y así se mueven y avanzan desde Mapastepec hasta Arriaga, una organización  muy inteligente donde las autoridades federales solamente se hacen de los desentendidos.  

Se ha denunciado mucho que la Secretaria del Transporte de Chiapas de la cuarta trasformación con su “Ley Aquiles”  han multiplicado por miles los permisos de motocicletas  convertidos en taxis, por toda la entidad, y eso ha originado un pandemónium en muchos lugares de Chiapas para cometer diversos delitos, hay una supremacía o montos que rebasan en  números de permisos que los venden por cuantiosas  sumas de dinero, por eso las autoridades de Transito de Chiapas, y en los municipios, se debe de regular este tipo de desórdenes y caos en que ha incurrido la Secretaria del Transporte, que dirige el controvertido Aquiles Espinoza, que ahora dice ya cuenta con su peculio financiero para lanzarse como candidato a la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez.  

Que se entienda nunca en la historia de Chiapas, se había otorgado tantas concesiones, como ahora la cuarta trasformación, aunque muchos los llaman permisos, autorizaciones o anuencias, nuevamente pero que valen mucho dinero este tipo de papeles o documentos oficiales que en cualquier imprenta se pueden compra por miles.  Las autoridades de Chiapas deben de emprender una investigación ante la multiplicación de cientos y quizás miles de permisos por los cuatro puntos cardinales de Chiapas, y la mayoría convertida en “Mototaxis”.  

En Chiapas se debe de establecer estrategias policiales para vigilancia de motocicletas. 

El pasado 3 de julio del 2019, escribimos en “Comentario Zeta”, lo siguiente: “El fenómeno de las motocicletas en Chiapas, podría contar con una estrategia policial que sin duda ayudaría mucho al fantasma de la inseguridad. Si en verdad, se quisiera atajar el problema de que la motocicleta juega en muchos casos como una herramienta para cometer fechorías, desde crímenes hasta asaltos, simplemente aplicar el verdadero reglamento de tránsito, y crear una plataforma digital de puras motocicletas que lleven el nombre del propietario o conductor, y no solamente placas, sino que también lleve el número de identificación implícitas en su casco y chaleco fluorescente para las noches”, y advertíamos:  

“Las motocicletas no solamente abundan en las ciudades, sino que se encuentran en los ejidos, rancherías o suburbios del campo, y que también representan un peligro vial cuando salen a los puntos especiales como las carreteras, en el caso específico de la Costa, donde en cada municipio Costeño, desde Tapachula hasta Arriaga, estos motores de dos llantas representan un peligro latente de accidente, colisión o encontronazo para los vehículos, con resultados fatales”.  

Y hacíamos llamado: “Por eso el llamado a que se le dé un valor agregado al fenómeno de las motocicletas en Chiapas. En Países como Guatemala y El Salvador, la motocicleta es sinónimo de una herramienta para cometer crímenes y posteriormente poder huir con mayor facilidad del lugar. En Suchiate antes asesinaban utilizando los caballos de acero y huían rumbo a Guatemala los sicarios, y nunca se sabían de ellos.  Por eso y ante la negligencia del municipio de Tuxtla Gutiérrez, en referencia a las estrategias policiales que no dan una, es importante que las policías estatales que han tenido mayor éxito en estos meses de la cuarta transformación, coadyuven a crear una plataforma estricta dentro del manejo y conducción de las motocicletas”. Y rematábamos:  

“Un control férreo, resistente, implacable, que daría excelentes resultados, porque se tendría en el monitoreo de la geografía estatal a cada motocicleta, al menos con placas de Chiapas. Si antes fue la bicicleta la que predominó como el instrumento para poder transitar en lugares de campo, ahora son las motocicletas y que en las ciudades grandes las tiendas comerciales las dan con tantas facilidades que cualquier persona podría hacerse del caballo de dos llantas”. Finalizábamos:  

“El incidente de San Cristóbal de las Casas, donde fue perseguido junto con su familia y después asesinado cruelmente un servidor público del Estado de Tabasco, muy bien pudo contenerse, si ya tuviéramos una cultura de vigilancia hacia las motocicletas. Porque los asesinos o asesino (siempre van dos) sin duda lo tuvieron estratégicamente siguiéndolo, y algún policía pudo haberse dado cuenta del sospechosísimo de ese instrumento vial. El famoso “Uno por uno”, vial  cuando empezó en Chiapas muchos comunicadores dijeron que no daría resultados, hoy en día es una consolidada cultura vial en las principales ciudades de Chiapas, donde se creó una cultura vial que muchos dijeron que no se podía. Hoy en día es extraordinaria esta estrategia vial de que pase primero un vehículo de una calle o avenida y después sigue el del otro lado. Y funcionó magistralmente”.  

En resumen: Urge el control de las motocicletas en Chiapas. Urge una plataforma digital de registro estatal, y educar más a los policías de todos los rubros, para que ya tengan el “chip” de que una motocicleta podría convertirse para asesinar y huir, robar y huir. También los medios de comunicación deben de jugar un papel importante de difusión para implantar una gran cultura de vigilancia a las “motos” que al menos en esta cuarta trasformación se utilizan mucho y que ya le pare la Secretaria del Trasporte y su “Ley Aquiles”  otorgando permisos hasta a los marcianos.    En fin. 

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